LA PROVOCACIÓN ES UN ARTE PERO NO CAER EN ELLA TAMBIEN LO ES

En toda empresa hay momentos de tensión. Un gerente que exige respuestas con tono subido. Un proveedor que lanza reclamos sin base. Un socio que, sin saber, juzga el trabajo contable. Y es ahí donde entra en juego algo que no enseñan en la universidad: la inteligencia emocional del contador. Porque en medio de tanta presión, no basta con saber de números.

Hay que saber de personas. Y entre los comportamientos más difíciles de manejar está la provocación. A veces viene con rabia, otras disfrazada de sarcasmo o de desprecio. El objetivo: desestabilizarlo. Hacerle perder la calma. Que responda mal. Que se equivoque. Pero usted no está para eso. Usted está para mantenerse firme, claro, profesional.
NUNCA DEJE DE SER TENGA LA CALMA Y EL CONTROL

1. No tome nada personal: el que provoca quiere convertir su problema enel suyo

Cuando alguien lanza una crítica hiriente o una insinuación grosera, lo que busca es reacción. Que usted se ponga a la defensiva, que se moleste, que se justifique. Pero recuerde: quien está en paz, no necesita probar nada. Respire. Escuche. Y responda desde su centro.

2. No responda al tono, responda al contenido

Si su interlocutor está gritando, ironizando o descalificando, usted no tiene que imitarlo. Usted puede responder con hechos, con datos, con argumentos. Y eso, en lugar de escalar el conflicto, lo reduce. El respeto no se negocia, pero tampoco se grita. Con Qenta, puede mostrar la información en tiempo real y decir:
“Aquí están los números. Revísalos y seguimos conversando.”

3. Reconozca el juego psicológico. Y no lo juegue.

Algunos provocadores disfrutan ver a los demás perder el control. Lo hacen por inseguridad, por frustración, por hábito. El verdadero poder está en ver la jugada y elegir no entrar en ella. No todo lo que lo sacude merece respuesta. A veces, el silencio vale más que mil réplicas.

4. Cambie el eje: de la emoción al dato

La mejor forma de salir de una provocación es volver al terreno objetivo. “No se trata de lo que usted cree, sino de lo que muestran los estados financieros.” “No es una suposición, es un cálculo que está aquí.” Con Qenta, tiene ese respaldo. Y eso le permite salir del plano emocional para volver al plano profesional.
NO SE SALGA DE SU JUEGO

5. Su rol no es ganar la discusión, es cuidar la empresa

No entre en luchas de ego. No compita por tener la última palabra. El contador no está para eso. Está para que la empresa no se equivoque, para evitar errores graves, para construir futuro. Y eso exige claridad, serenidad y propósito. Incluso cuando del otro lado hay gritos.

Conclusión

La provocación es un arte. Pero no caer en ella… también lo es. Y en el mundo empresarial, el profesional que sabe mantenerse sereno en medio del ruido, gana autoridad.

No por imponerse, sino por su claridad. No por alzar la voz, sino por sostener la verdad. Usted no está solo. Tiene herramientas, tiene criterio y tiene una misión: hacer que las cosas se hagan bien, incluso cuando el entorno lo empuje a hacerlo mal.